PopayánHoy

martes, septiembre 25, 2007

POPAYÁN: CIUDAD DE PECADOS Y OFICIOS


Por: Rubén Darío Zúñiga G

De Popayán conozco la historia del distinguido poeta valencia que con sus escritos le cantaba a la ciudad, pero no la del hombre que se devolvía de misa para acostarse con las empleadas del servicio mientras su esposa rezaba por su alma en una de las tantas iglesias que hay en la ciudad.

Así mismo, sé de la historia de su “excelentísimo” hijo Guillermo León -presidente de la republica- pero no la del hombre que mientras se iba a cazar patos en una finca cercana a Popayán mandaba a reprimir los movimientos estudiantiles a punta de fusil, reprimía la ideología de la izquierda y dejaba que la violencia se recrudeciera en las zonas rurales del país.

También me han contado la historia de una ciudad religiosa que con fervor celebraba la Semana Santa de 1983 pero no la que menciona que cargueros de los pasos, borrachos se dedicaban a tomar aguardiente en el parque Caldas y parejas de enamorados hacían el amor la madrugada del jueves santo en un antiguo hotel frente a la iglesia de Santo Domingo.


He escuchado la historia de héroes y mártires libertadores de esclavos, pero no la de los esclavos mismos que antes de ser liberados trabajaban para ellos en sus fincas y haciendas. Por ahí, entre pasillos y corredores me han contado en voz muy baja la doble moral de la ciudad, una moral que censura el discurso de quien no reproduce la historia oficial que cuentan los libros de historia.

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HIPPIES: LOS NÓMADAS DE ALAMBRE




Por: Rubén Darío Zúñiga G

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DOÑA ESTELA: LA VENDEDORA DE DULCES


Por: Rubén Darío Zúñiga G.

Pocas veces escucha uno decir que trabajar como vendedor ambulante es reconfortante y satisfactorio, incluso el sólo hecho de pensar que puede llegar a ser una grandiosa forma de pasar la vida -parecería- una idea sacada de los cabellos. Sin embargo, en una ciudad en la que se ven ingenieros manejando taxis, abogados vendiendo ropa y periodistas animando fiestas, dicha afirmación resulta muy fácil de creer.

Por eso no es tan disparatado pensar y -menos aún en una ciudad como Popayán- que para muchas familias la única forma de conseguir un pedazo de pan con agua de panela o café sea trabajando en las calles. Y eso aunque no lo crean muchas de nuestras queridas familias del norte puede llegar a ser un sueño.

Si un sueño…¿quien podría creer que comerse un pedazo de pan y tomar -al menos- un poco de tinto o una limonada, sea un sueño? Pues para información de pocos y testimonio de muchos esa es la cruda realidad.

Y tal vez fue eso lo que llevó a doña estela a trabajar desde muy niña como vendedora ambulante. Apenas tenia 12 años cuando su mamá entre alegre y triste le dijo que tenía que abandonar la escuela para salir a vender dulces y galletas por las calles de una ciudad muy grande, más grande que el solar de su casa donde pasaba largos ratos debajo del palo de mango y del naranjo, unas veces durmiendo, otras veces jugando con carito, la hija de la vecina o con paco el perro de la casa.

Así que la idea de no volver a la escuela, de no pasar más tiempo con su amiga y también de someter a Paco a tan inmerecida tortura, no le cabía en la cabeza. Ella pensaba –ingenuamente- que esa tarea, al igual que los trabajos de plastilina de la escuela, la terminaría rápidamente.

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EL TAXISTA DON ALBERTO


Por:
Rubén Darío Zúñiga G.

El frío mañanero penetra por la piel y el sol apenas se insinúa en el horizonte, en la calle no se escucha todavía el ruido morboso de los carros y la gente aún parece sumergida en un sueño descomunal.

Son como las 5:30 de la mañana y don Alberto, un payanés de 70 años todavía con el sueño entre los ojos, camina hasta el baño para cepillarse los dientes y la cara. Luego de permanecer unos instantes en el baño, toma un poco de café, se levanta de la vieja silla del comedor, y con paso lento pero firme, se va caminando hacia la puerta que da a la calle.

Unos minutos de caminata y don Alberto llega hasta donde está el carro guardado. Abre cada una de las puertas del vehículo, deja que entre un poco de aire fresco, acomoda sutilmente las añejas hojas de eucalipto que están en la parte de atrás del carro y que le dan un aroma particular, limpia los asientos, espejos y parabrisas, enciende el automóvil, espera unos momentos y mientras tiene el pie en el acelerador piensa en el trabajo del día.

Y es que ya son más de treinta años trasegando por infinidad de lugares de la ciudad y don Alberto no ha parado de trabajar en el taxi de servicio público que está a su cargo. Una y otra vez va y viene por los rincones menos conocidos y también por los más populares.

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viernes, septiembre 07, 2007

Varias regiones del Cauca consumen carne contaminada

Por: Rubén Darío Zúñiga G.

Trabajos de investigación desarrollados por profesores y estudiantes de Unicauca establecieron el estado de salud de los animales empleados para el consumo humano en el Departamento y las enfermedades que provocan en las personas que consumen la carne.


El magíster y especialista en entomología y epidemiología, Luis Reinel Vásquez, Director del grupo de investigación Centro de Estudios en Microbiología y Parasitología- CEMPA de la Universidad del Cauca, argumentó que es importante mostrar a la gente lo que ocurre en el Cauca en materia de parasitología para que así conozcan y tengan en cuenta que problemas de salud se pueden presentar en su familia.

En ese sentido, el profesor Vásquez dijo que se hace urgente controlar y erradicar cuanto antes este problema de salud pública que ya cobra gran trascendencia en el Cauca, y que sólo encuentra solución a través de la construcción de estrategias conjuntas que permitan hallar salidas al problema.

Sin embargo, parece ser que en materia de compromiso el asunto no ha tenido mayor respuesta ya que si bien algunas administraciones locales han adelantado algunos procesos en esta área, todavía hacen falta esfuerzos para llegar a una salida efectiva al problema.

El director de CEMPA argumentó que “falta mayor compromiso político y administrativo por parte de las autoridades locales y departamentales”, para el apoyo de este tipo de eventos y programas investigativos que a través de alianzas estratégicas entre universidades de orden local y nacional, buscan el bienestar de los habitantes y el control de la parasitosis en el territorio caucano.

“Hemos encontrado una gran alianza con la SAG, Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Cauca y con grupos de investigacion locales y nacionales. Sin embargo, las entidades que deberían estar velando y realizando vigilancia y control, y con las cuales deberíamos estar realizando alianzas estratégicas, no ven con muy buenos ojos estos procesos y no permiten un adecuado acercamiento para el desarrollo de los mismos¨

“Inquietante el problema de la parasitósis en el Cauca”

Uno de los factores más importantes, y un elemento en el cual convergen los estudios realizados por grupos de investigacion de la Universidad del Cauca y por otras instituciones de educación superior, es la presencia de parásitos en la carne de res y cerdo.

Estos animales muestran cuadros preocupantes de parasitología en algunas regiones del Departamento del Cauca, tal es el caso de varias fincas en Malvazá, municipio de Totoró y también en algunos mataderos urbanos de algunos municipios caucanos.

Según el profesor Vásquez, “estos ganados han sido evaluados en el departamento y lo que se ha observado es que son parasitados por toxoplasma, cisticerco y leptospira” parásitos que perjudican el estado de salud de los vacas y cerdos y que una vez consumidos traen serios problemas para la salud de las personas que los comen.

Para contrarrestar el problema, la Universidad del Cauca ha venido adelantando procesos de socialización ante entidades locales y regionales con el propósito de observar en detalle el problema, y también, ha desarrollado espacios de exposición en las comunidades potencialmente afectadas, un trabajo que ha contado con la participación activa de profesores y estudiantes inmersos en las áreas de parasitología y microbiología.

Finalmente, el docente y director de CEMPA, Luis Reinel Vásquez dijo que los datos revelados por los grupos de investigacion de la Universidad del Cauca y de otras instituciones locales y nacionales, son trabajos con resultados muy claros, razón por la cual, las administraciones municipales deben ser consciente de ello y de los problemas que dichos fenómenos traen para la salud humana de los habitantes del Departamento del Cauca.