PopayánHoy

miércoles, junio 21, 2006

HIPPIES: LOS NÓMADAS DE ALAMBRE

VISBANATA CHACRAVARTI: UN HIPPIE PANADERO

Hare Krishna es una secta religiosa derivada del hinduismo vaishnavista que hace hincapié en la devoción al dios Krishna. Sus miembros llevan una vida austera absteniéndose de comer carne, ingerir drogas, dedicarse al juego y de practicar el sexo que no tenga como fin la procreación.

Paradójicamente esta religión fue fundada en los Estados Unidos por A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada en 1966, extendiéndose con gran rapidez por la mayoría de las grandes ciudades del oeste de este país.

Pues bien, esa es la religión de Visbanata Chacravarti, un colombiano panadero de 36 años de edad que aparte de ser artesano y tener simpatía por el hipismo, se dedica a la enseñanza del yoga en la vereda La Venta del municipio de Cajibío, un sector donde él dice haber encontrado la tranquilidad y la paz que tanto necesitaba.

Por esas cosas de la vida Chacravarti se integró en las filas de los Hare Krishna, debido a la influencia de una profesora de filosofía que tuvo y que sólo consumía verduras, desde ese día, hace ya 20 años, Visbanata no volvió a comer carne dejando con ello de de ser enemigo de las vacas, los pescados y los pollos.
Y es que este hombre de mediana estatura, piel trigueña, cabello largo, gorra y camisa informal combinada con un pantalón de dril formal, tiene todo menos pinta de Hare Krishna, razón por la cual deja sin vigencia aquel dicho popular que reza que “el habito hace al monje”, con Visbanata eso no parece cierto ya que su atuendo nada tiene que ver con esta religión hindú.

Él cuenta que a diferencia de los otros artesanos que vienen a Popayán para vender, su mayor satisfacción ha sido radicarse en el Cauca, vivir en el campo y poder construir en el silencio de su casa campesina las lámparas de madera que un profesor del Sena le enseñó hacer. Aunque reconoce que las ventas de las artesanías no son un gran negocio.

"por eso soy pandero porque con ello puedo mantenerme" comenta mientras ofrece sus productos a los clientes, que un poco escépticos, miran de reojo las lámparas en guadua que ha acomodado al lado de la carpa de plástico de un amigo.

"Me vine a vivir al Cauca por salud y porque es un departamento tranquilo y seguro, con la guerrilla no pasa nada, ellos son solo comunismo". Y es que al escuchar esta afirmación cualquiera diría que Visbanata se encuentra un poco loco. Sin embargo, han sido más difíciles las experiencias con la fuerza pública que con los grupos guerrilleros.

Es así como recuerda que en varias ocasiones la policía les prohíbe sentarse a vender sus cositas de madera, alambre o bronce. "quítense de ahí, no se hagan ahí, si los volvemos a ver los levantamos". Esa es una de las tantas frases con las que tienen que convivir en el momento de trabajar en las calles o los parques de la ciudad, frases que para Visbanata ya se han vuelto cotidianas pero a las que no se
acostumbra.


Para este artesano, los habitantes de la ciudad no los ven con malos ojos, al contrario, los felicitan por lo que hacen y los incitan para que continúen en su trabajo. El problema es con la policía, pues en Popayán no se cumple aquel refrán que expresa que “poder es pueblo” sino que poder es uniformado, comenta un tanto enojado. Visbanata sostiene que en la ciudad no mandan los civiles si no los de bota militar.

Visbanata también dice que no cree que haya Semana Santa en la ciudad. A pesar de que estuvo 8 años en un internado de monjes capuchinos, tiempo que le permitió conocer a fondo las tradiciones religiosas del catolicismo, él indica que hoy en día ya no hay Semana Santa.

“Lo que hay es parranda santa. La gente no hace sino tomar, fumar, degradarse y bailar en los bares que para esta temporada no cierran sus puertas.

La verdadera semana santa, dicen, es aquella donde se hace vigilia, se cree en Dios y se medita en Dios, esa es la verdadera semana santa, una época que pocos toman así”.

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